Aquí compartimos perspectivas sobre finanzas empresariales que nos resultan útiles. No son recetas mágicas, solo observaciones de lo que vemos trabajando con negocios reales cada día.
Los números del balance pueden verse bien, pero el efectivo dice algo diferente. Hemos visto empresas con buenos márgenes que luchan por pagar nóminas porque el dinero está atrapado en clientes morosos o inventario lento.
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No todos los indicadores sirven igual para cada negocio. Un ratio de liquidez perfecto para retail puede ser señal de alarma en servicios. Hay que conocer qué medir según tu actividad específica.
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Crecer rápido suena bien hasta que tu estructura financiera no aguanta el ritmo. Vi una empresa duplicar ventas en dos años y casi quebrar porque nadie había pensado en cómo financiar ese crecimiento.
El problema no era falta de clientes. Era que cada venta nueva necesitaba más capital de trabajo, más inventario, más crédito a clientes. Y el banco no crecía al mismo ritmo que las facturas.
A veces lo más inteligente es crecer más despacio pero con bases sólidas. O encontrar formas de financiar ese crecimiento sin ahogar la tesorería.
Ver Programa FormativoLo que aprendemos trabajando con empresas que enfrentan decisiones financieras reales todos los días.
Todos vigilan los gastos grandes. Pero hay costes que se cuelan sin hacer ruido y terminan comiéndose los márgenes poco a poco.
No se trata de apretar tuercas por apretar. Se trata de saber dónde realmente se va el dinero para decidir mejor dónde vale la pena gastarlo.
